Gracias a la reciente
recuperación económica y al futuro y cierto crecimiento inmobiliario que se
espera, pensar en invertir en un apartamento
Miami resulta de nuevo una de las posibilidades de ganancia económica más
atractivas. Sin embargo la opinión pública está dividida: hay quien piensa que
rentar una propiedad es algo demasiado estresante y hay quien no solo está
convencido de las ganancias, sino que vive exclusivamente de ello. ¿Cuál es la
verdad? En realidad se trata simplemente de tomar una elección. Alquilar apartamentos
a terceros sin duda que puede ser muy rentable y de hecho es uno de los
negocios más atractivos actualmente no solo en esta ciudad sino en todo el país
y el mundo.
El hecho es que si se
decide emprender tal actividad, habrá que hacer ciertas consideraciones antes
de empezar para asegurar el éxito de la inversión. Sin lugar a dudas la acción
más recomendada es la de leer absolutamente toda la documentación relativa a un
complejo de residencias o condominio antes de determinar si es o no un lugar
que se puede alquilar para obtener un rédito de esta actividad. Cada inmueble
tiene su propio estatuto y lo cierto es que no todos los propietarios desean
vivir en un edificio en donde cada pocos meses los inquilinos cambian ya que
esto puede suponer algunos inconvenientes que nadie desea.
Asimismo, hay que
considerar de qué modo se piensa comprar el apartamento en cuestión y el tipo
de inversión que hay que hacer, el desembolso económico inmediato y total o un
esfuerzo a largo plazo. Si se ha contemplado pedir un préstamo, puede ser que
los intereses sean excesivos y anulen completamente las ganancias o bien que
las cláusulas del contrato impidan rentar una propiedad que se está pagando.
Sería un gran problema seguramente, comprar una propiedad y enterarse
posteriormente que colocarla en alquiler es imposible. Finalmente pero no menos importante,
si se ha decidido invertir en la compra de un apartamento Miami con la intención de rentarlo y obtener ganancias
mensuales, resulta más que recomendable estar presente como propietario en las
juntas de condominio y conocer a los demás propietarios, no solo para estar
informado de lo que sucede con el propio apartamento, sino también para llevar
una relación de cordialidad con personas que por un motivo u otro podrían ser
contrarias a la renta del inmueble y cambiar los estatutos.
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